Lo que tus mascotas no pueden decirte… pero sus exámenes sí
Por Ximena, Médico Veterinaria - Especialista en Laboratorio Clínico Veterinario.
Para comenzar
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Tu mascota no puede decirte con palabras que algo no anda bien.
No puede decirte “me duele”, “me siento raro” o “algo cambió por dentro”.
Pero su cuerpo sí habla...
Lo hace a través de su sangre, su orina, sus células.
Y tú, como tutor amoroso, puedes aprender a escuchar ese lenguaje silencioso:
el de los exámenes de laboratorio.
¿Por qué hacer exámenes si “parece estar bien”?
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Muchos tutores creen que los exámenes solo son necesarios cuando hay síntomas evidentes.
Pero la realidad es que las enfermedades no siempre avisan con señales claras.
Algunas se gestan en silencio, avanzan lentamente y cuando se manifiestan… ya es tarde.
Los exámenes de laboratorio permiten:
- Detectar enfermedades antes de que den síntomas
- Evaluar el funcionamiento de órganos vitales
- Prevenir complicaciones en mascotas adultas o senior
- Tener un registro de salud a lo largo del tiempo
Casos comunes donde un examen hizo la diferencia
- “Solo estaba más dormilón…”: Resultó ser anemia avanzada.
- “Le huele raro el aliento”: Fallo renal crónico en fase inicial.
- “Parece más gordito”: Un trastorno hormonal silencioso.
Un análisis a tiempo puede cambiar el destino de tu compañero.
¿Cada cuánto debería hacerle exámenes?
Dependerá de su edad, especie y condición de salud:
- Juventud (hasta 5 años): 1 vez al año como chequeo preventivo
- Adultos/Senior (más de 6 años): Cada 6 meses
- Mascotas con enfermedades crónicas: Según lo indique su veterinario
¿Qué exámenes se recomiendan?
Consulta siempre con tu veterinario, pero los más comunes son:
- Hemograma completo: evalúa glóbulos rojos, blancos y plaquetas
- Perfil bioquímico: evalúa hígado, riñones, glucosa, lípidos
- Uroanálisis: detecta infecciones urinarias, cristales, función renal
- Pruebas hormonales o específicas, según el caso clínico
Y recuerda ...
Tu perro no te va a decir “tengo las transaminasas elevadas”.
Tu gato no va a pedirte un hemograma.
Pero tú sí puedes actuar, porque el amor responsable también se mide en prevención.
Escucha lo que sus exámenes tienen para decirte.
Y no lo olvides:
Una mascota sana es una historia más larga para contar juntos.
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